París, Hong Kong, Valparaíso, ciudades que guardan un íntimo acuerdo fotográfico, son el lugar que por antonomasia nos hace pensar en Bresson, Fan Ho y Larraín.
Hablar de “el instante decisivo” nos dibuja en la memoria una imagen del París de Bresson. ¡Pero claro!, hablamos de París, es fácil hacer fotografía hermosa en París, ¿en verdad lo es?.
La realidad es subjetiva, ¡si!, la realidad es subjetiva y atiende como muchas otras cosas al contexto social de donde venimos o donde estamos, las experiencias y nuestro acervo, por ello es necesario dar guiños de nuestra realidad en cada disparo. Párate, siéntate, tírate, voltea para arriba o para abajo, acércate, acércate más como pediría Robert Capa, pero siempre busca el mejor ángulo, porque la belleza se desnuda ante quien tiene el valor de descubrirla y con gran cariño un día se dirá es el Tizayuca de…
No existe una métrica tajante de belleza porque la belleza atiende a una realidad y esa realidad puede ser contada desde distintos ángulos; tu ciudad es interesante, tu ciudad dinámica, tu ciudad está viva, tu ciudad es hermosa.





