Historia

Hidalgo: Cuna de la Charrería

WhatsApp

Hidalgo, el estado cuna de la Independencia de México, guarda también las raíces profundas de la charrería, un deporte nacional que trasciende las fronteras y se ha convertido en un símbolo de identidad mexicana. Esta tradición, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2016, tiene raíces profundas en la región.

Los orígenes de la charrería en Hidalgo se remontan a la época colonial, cuando los españoles introdujeron el caballo y las técnicas ecuestres en el territorio mexicano. Los vaqueros, hombres que trabajaban en las haciendas, desarrollaron con el tiempo habilidades únicas en el manejo del caballo, dando origen a lo que hoy conocemos como charrería.

Un momento importante fue en 1921, cuando se fundó la Asociación Nacional de Charros en la Ciudad de México, con apoyo de charros hidalguenses. Este hito marcó el inicio de la formalización de la charrería como deporte nacional.

En cuanto a lugares, destacan las haciendas de Hidalgo como las de San Miguel Regla y San Antonio Tochatlaco, que fueron epicentros de esta tradición. Además, Pachuca y otros municipios del estado cuentan con lienzos charros históricos donde esta práctica se ha preservado y promovido.

Las extensas llanuras y haciendas del estado, proporcionaron el entorno perfecto para que la charrería floreciera. Los vaqueros hidalguenses demostraron una destreza excepcional en el manejo del lazo, la monta de toros y yeguas, y otras habilidades ecuestres que se convirtieron en las bases de las suertes charras.

Tizayuca brilla con luz propia

En cada rincón del estado, los lienzos charros se llenan de vida, pero es en municipios como Tizayuca donde esta disciplina brilla con luz propia.

Tizayuca, con su rica historia y su creciente comunidad charra, se ha convertido en un referente en la práctica y promoción de este deporte nacional. Sus charros, conocidos por su habilidad y gallardía, han destacado en competencias a nivel estatal y nacional, dejando en alto el nombre del municipio.

La charrería en escena tizayuquense 

Los escenarios donde se lleva a cabo este gran deporte es el lienzo charro; el cual está diseñado para que se desarrollen las suertes o disciplinas de la charrería, Tizayuca cuenta con algunos recintos dentro del municipio; “Los Regionales de Tizayuca” , “Los conos” y algunos más que por sus capacidad solo son usados para entrenamiento como el de la comunidad del Cid y Tepojaco. 

La charrería, un estilo de vida

Para los habitantes de Tizayuca, la charrería es más que un deporte, es un estilo de vida que se transmite de generación en generación. Los valores de la charrería, como la disciplina, el respeto y la camaradería, son pilares fundamentales en la formación de los jóvenes hidalguenses. El trabajo agrícola, en las haciendas y en la ganadería han permitido que se porte con orgullo las vestimentas tradicionales del charro y sean adoptadas como parte del trabajo las acrobacias y habilidades en la monta de un caballo.

Tizayuca, un semillero de talentos

En Tizayuca, existen numerosas escuelas y asociaciones charras que fomentan la práctica de este deporte desde temprana edad. Gracias a estos esfuerzos, el municipio cuenta con un semillero de talentos que promete mantener viva la tradición charra por muchos años más.

Suertes charras

  • Cala de Caballo: Es la primera suerte de la charreada y sirve para calificar al caballo. El charro demuestra la mansedumbre, obediencia y cualidades del equino. Se evalúan aspectos como la marcha, las paradas, los giros y la respuesta del caballo a las órdenes del charro. Es una suerte que muestra la relación y entendimiento entre el jinete y su caballo.
  • Piales: Una de las suertes más espectaculares. El charro, montado a caballo, lanza un lazo con la intención de atrapar las patas traseras de una yegua que sale disparada del toril. Requiere gran habilidad, precisión y timing para acertar el lazo en pleno galope.
  • Jineteada de Toro: Una de las suertes más peligrosas y emocionantes. El charro se mantiene montado en un toro bravo durante un tiempo determinado, demostrando su valor y habilidad. Se utilizan diferentes agarres para mantenerse montado y se evalúa la forma en que el charro controla al animal.
  • Jineteada de Yegua: Similar a la jineteada de toro, pero sobre una yegua. La yegua suele ser más difícil de montar debido a sus movimientos más rápidos y bruscos.
  • Manganas a Pie: El charro, a pie, lanza dos manganas (lazos cortos) para atrapar las patas delanteras del caballo. Requiere gran precisión y habilidad para acertar los lazos en pleno galope.
  • Manganas a Caballo: Igual que las anteriores, pero el charro está montado. Aumenta la dificultad al tener que mantener el equilibrio mientras lanza los lazos.
  • Paso de la Muerte: Una de las suertes más peligrosas. El charro salta de un caballo en movimiento a otro. Requiere gran confianza en sí mismo y en los caballos.
  • Terna: Consiste en lazar al toro por la cabeza y las patas traseras simultáneamente, realizada por tres charros. Es una suerte de equipo que requiere coordinación y precisión.
  • Escaramuza: Es una exhibición de habilidad ecuestre realizada por un grupo de mujeres a caballo. Realizan figuras y evoluciones sincronizadas, demostrando elegancia y coordinación
  • El coleadero: Una de las suertes más emocionantes de la charrería, consiste en derribar al toro jalándolo de la cola mientras el charro galopa a toda velocidad. 

CITAS: 

Historia de la Charreria. (2024). Federación Mexicana de Charreria A.C. Recuperado 15 de octubre de 2024, de https://fmcharreria.org.mx/historia-de-la-charreria/ 

Jarman, J. (2011). La charrería, tradición ecuestre en México. UNESCO. Recuperado 22 de octubre de 2024, de https://ich.unesco.org/es/RL/la-charreria-tradicion-ecuestre-en-mexico-01108