Historia

Las Raíces Festivas de Tepojaco: Un Viaje a través de la Historia de sus Fiestas Patronales

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Desde tiempos ancestrales, las comunidades han celebrado momentos clave de su existencia. Con la llegada del cristianismo, estas celebraciones se fusionaron con la veneración de santos, dando origen a las fiestas patronales. Estas festividades no solo tienen un significado religioso, sino que también son una expresión de la identidad cultural y un espacio para el encuentro comunitario, rescatar estas tradiciones permite que exista un intercambio cultural en la zona.

Como nativa de Tepojaco Hidalgo, nace la inquietud de conocer más acerca de la comunidad, en puerta se tiene el festejo patronal del pueblo, el cual se hace en honor a Santa María de Guadalupe. 

Después de indagar con algunos pobladores y en el archivo de la iglesia, me encuentro con que no hay documentos que redacten lo que ha sido el festejo a través de la historia, pero gracias a algunos vecinos hemos obtenido la siguiente información.

Construcción de una identidad 

Todo empieza con la necesidad y hago hincapié en este tema, la necesidad de construir una iglesia donde puedan venerar a sus santos, el tener una identidad como católicos es parte fundamental de los fieles Tepojaquenses. 

En los años de 1950 aproximadamente se da inicio con la obra de la parroquia de Santa María de Guadalupe, a la imagen y en nombre de ella piden por el término de su nueva casa y el bienestar de los feligreses. Por tal motivo se asigna el festejo patronal el 12 de diciembre, fecha en la que se celebra de manera universal a la Virgen de Guadalupe. 

Actualmente el pueblo cuenta con dos iglesias, una más que comenzó a construirse en el año de 2002 y a la fecha no se ha terminado, pero de la que se ha visto un gran avance, siendo esta un referente turístico de la comunidad por sus dimensiones e impresionante diseño, atrayendo a gente de otros lados, creando un intercambio cultural no solo en la comunidad religiosa y la manera de festejar, sino en los Tepojaquenses y su manera de llevar la vida.

El festejo a través de la historia

Los primeros festejos eran realizados por los hacendados del pueblo. Cabe mencionar que estos practicaban la charrería; realizaban una colecta entre ellos, contrataban una banda de viento por tres días, la cual amenizaba cada uno de los eventos, entre misas, adornos a la iglesia, la quema del tradicional castillo y no podían faltar las carreras y acrobacias características de los charros.

Entre carreras de caballos, cabalgatas, suertes charras y una actividad que sin duda llamó mi atención; la carrera de cintas, la cual consistía en colgar cintas de colores con argollas en un lazo a una altura considerable, dicho lazo atravesaba un camino por el cual debían correr  diez jinetes a caballo y con una pluma al trote, atravesar la argolla con la cinta la cual debían intercambiar con la chica que trajera la cinta del mismo color. Como premio, la chica sería su pareja de baile en la noche del 12 de diciembre. 

Una actividad singular que resaltaba la consideración y el respeto mutuos entre jinete y dama. 

Con el transcurso del tiempo, la celebración evolucionó, acentuando su carácter religioso. Surgieron así las peregrinaciones, en las cuales una imagen de la Virgen de Guadalupe, adornada con flores y acompañada por danzantes y una banda de viento, recorría las calles en un acto de profunda devoción

Recorrían cada uno de los rincones de Tepojaco junto con los fieles que seguían detrás de estos, visitando a las vírgenes de todo el pueblo, tronando hasta ocho gruesas de cohetes por trayecto. Por tal motivo las calles del pueblo son adornadas con tiras de flores hechas de papel, plástico, hilo y popotes, utilizando colores diversos o alusivos a la vestimenta de la imagen de la virgen. 

Cabe destacar que dicho adorno es realizado a mano por una habitante Tepojaquense de manera artesanal. 

Danza guadalupana 

La historia de la danza guadalupana fue uno de los datos que más me ha gustado y que la gente cuenta con gran entusiasmo, pues es un referente del festejo patronal a nivel estado. 

Aunque no existe un registro exacto, los habitantes más antiguos del pueblo cuentan que alrededor de 1970, Isidro Rodríguez Monrroy, conocido afectuosamente como ‘el Zorrillo’, inició esta hermosa tradición. Con trajes coloridos y llenos de significado, los danzantes se movían al ritmo de las bandas de viento, adornando sus pasos con arcos florales

Un dato que los vecinos recuerdan con gracia es que “El Zorrillo”, siempre llevaba consigo una peculiar varita. Con ella, más que castigar, marcaba el ritmo y corregía con un ligero toque a quienes se salían de la coreografía. Era como si la varita fuera una extensión de su energía, transmitiendo la pasión y el fervor que él sentía por la danza.

Lo que le daba el toque final a su vestuario, era el cacomixtle disecado el cual llevaba en el brazo izquierdo representando la fauna típica de la región.

Actualmente existen dos danzas que acompañan las procesiones por los distintos barrios, ambas portan vestimenta en suéter blanco, pantalón negro, sombrero con listones de colores una con un sarape con la imagen de la virgen de Guadalupe, simulando la aparición de esta en la maya de Juan Diego, el líder de esta danza porta un sarape con la imagen de la virgen bordado en lentejuelas. 

La otra danza porta listones en forma de cruz en el pecho con una de color rojo y la otra verde, los arcos de ambas danzas son adornados con flores de papel formando los colores de la bandera mexicana; verde, blanco y rojo, en esta el líder de la danza porta un tejón disecado, esto en honor a uno de los seguidores de la tradición que falleció algunos años atrás. 

Unidos por la fe

No solo la celebración evolucionó, sino también la forma de financiarla. La colecta dejó de ser exclusiva de los hacendados y se extendió a todo el pueblo, gracias a la organización de los comisariados patronales. Estos últimos gestionaban apoyos municipales y privados, pero la mayor parte de los fondos provenía de las generosas aportaciones de los habitantes, quienes cubrían gastos como pirotecnia, música, decoración de la iglesia y atracciones para toda la comunidad.

En los últimos años quienes se han encargado de organizar dicho evento son los párrocos de la comunidad. Desde noviembre de 2011 José Osvaldo Martínez Roldan, quien desde su llegada ha realizado grandes eventos, retomando algunos que con el paso de los años dejaron de hacerse, entre ellos, corridas de toros, rodeos de media noche, el tradicional baile con grupos reconocidos a nivel internacional, fuegos artificiales de alta gama, ferias que incluyen una gran variedad de juegos mecánicos, atractivas actividades y una amplia gastronomía que va desde bebidas tradicionales como el pulque, mezcal entre otros, hasta alimentos mexicanos típicos como antojitos, barbacoa sin olvidar el ya tradicional pan de feria de nuez y nata. 

El festejo de Santa María de Guadalupe es un excelente ejemplo de cómo una festividad puede combinar tradiciones y religión fortaleciendo el sentido de comunidad y pertenencia, al reunir a los habitantes en torno a un evento común y permitiendo que generación tras generación sigan las tradiciones y costumbres que van más allá de solo la convivencia, involucrar todo un patrimonio cultural de la región, donde se unen comunidades aledañas para compartir sus tradiciones y conjuntar una nueva expresión cultural.  

Sin lugar a dudas les invito a acudir este y cada 12 de diciembre a la gran fiesta patronal de Tepojaco donde podrán disfrutar de eventos culturales, conciertos, muestras gastronómicas, espectáculos de pirotecnia y la devoción por la fe católica. 

Agradecemos la participación para la recabación de la información. 

  • Juan Rivero Quezada
  • Lazaro Rivero Quezada
  • Camerino Navarrete
  • Cesar Antonio Quezada Perez