Yo solía escribir los domingos
Cuando el viento soplaba en mi piel,
Cuando el aroma del café
Me daba un poco de fe.
Yo solía escribir los domingos
En una tarde de lluvia
Cuando sonreír y llorar
Eran la misma historia.
Yo solía escribir los domingos
Cuando me llenaba de tu ausencia
Cuando vivir de recuerdos
Me aliviaba un poco el alma.
Yo solía escribir los domingos
Esperando mirar la luna
Sonreír a poquito
Y sentirme acompañada.
Hoy es domingo y ya no escribo,
El aroma del café no me devuelve la fe,
El viento sopla y me congela
Cae la lluvia y mi llanto seca
La ausencia y los recuerdos siguen en el alma.
La luna nunca espero,
Siempre fui yo
Ni compañía, ni soledad,
Solo somos uno más.